miércoles, 3 de abril de 2019

He tenido muchas ganas de hacer entradas con más regularidad. Sin embargo, también es persistente ese miedo a que “pase algo” y pienso que tal vez sea mejor esperar a que “todo esté bien”. Pero conversando con otras gestantes me doy cuenta que al parecer el compañero inevitable durante el embarazo es el miedo.
Primero; el miedo estar embarazada. Porque es difícil, porque los cambios son abrumadores y las emociones se disparan y a veces no sabes ni qué hacer contigo misma.
Segundo; el miedo a que al feto le pase algo. Resulta que, en los libros e información por lo general dan rangos por semana. Pero obviamente una que es ansiosa,  está esperando que ese cambio ocurra en el día 1 de esa semana. Y por ejemplo, si se dice que una empieza a detectar los movimientos del feto desde la semana 17 una está esperando sentir los movimientos. Y si no los sientes te pasas todos los rollos existentes en el universo. En mi caso, me dan contracciones. Y en todas las consultas con mi ginecóloga y con la matrona me tienen que tranquilizar al respecto y reiterarme la explicación de que mi utero está creciendo y que voy a sentirlas durante todo el embarazo (y haciendo las salvedades para detectar cuando sienta las que son peligrosas). Me da mucho miedo hacerme la eco de las 22 semanas y que a mi feto le falte algún órgano o tenga alguna inviabilidad fetal, o alguna enfermedad muy grave.
Tercero; el miedo a estar sola. Me da mucho miedo que me pase algo y estar sola y no tener a quién a quien pedirle ayuda. Y necesito sentir que hay alguien cerca en caso de alguna emergencia. Porque además me siento en un constante estado de alerta (obviamente que influye mucho mi ansiedad)
La gestación es toda una travesía. Un viaje constante, lleno de cambios físicos y emocionales. Y a veces siento que la gente es poco comprensiva, poco solidaria con quienes estamos pasando por esta etapa. Muchas veces las mismas mujeres que ya tienen hijes solo te meten más miedo, en vez de ayudarte a quitar la angustia.

(Yo voy en la semana 21)


domingo, 24 de febrero de 2019

Tengo un conflicto interno. Mientras siento que las mujeres embarazadas podemos hacer todo, que no estamos enfermas, que podemos seguir haciendo nuestra vida normal...también quiero hagan cosas por mi, que me regaloneen, me mimen, me ayuden. Me duelen las piernas, me duele la espalda. Hay días que me da una jaqueca feroz. Me siento sumamente cansada a veces y otros días con una energía que podría correr una maratón. 
Siento que cada vez que quiero hacer algo alguien (o algo en internet y/o aplicación de embarazo) me dice "no puedes, es riesgoso" entonces al final termino atemorizándome de hacer cosas. 
Al final termino deprimida, pensando en que yo quería tener una gestación a todo terreno pero al final no es tan fácil como pensaba, y luego quiero mandarlos a todes a la mierda y hacer lo que yo quiera.
Al final me pongo a comer. 

lunes, 21 de enero de 2019


Nunca quise ser madre. No era de esas mujeres que añoran y se ilusionan con la maternidad. Me encantan les niñes, pero de lejos. No soy esa amiga que se ofrece a mudar al bebé, ni se encarga de cuidarles. Soy más bien esa “tía” que juega un rato con les niñes, que a veces les dice cosas que elles no entienden, que les ofrece comprarles la primera cerveza cuando sean más grandes.
Soy feminista. Soy pro aborto.
Y ahora soy una mujer gestante.
No estaba en mis planes quedar embarazada. No fue una “decisión”, no estaba en algún tratamiento previo, no tomé vitaminas ni ácido fólico con anticipación. Sin embargo, en cuanto supe, quise conservarle y me decidí a gestar, parir y criar a este proyecto de persona.
Con sinceridad, creo que me siento muy bien al poder tomar la decisión. Y es, creo, lo más importante. Yo conocía de redes de apoyo para mujeres que desean abortar, había leído manuales de aborto y sentí que si lo quería hacer, podía realizarlo. Y tener esa seguridad para mí fue todo. También me da seguridad que si el feto tiene problemas y no es viable, puedo abortar. Si estoy en peligro de muerte a causa del embarazo, también puedo hacerlo. Y eso es demasiado importante, es fundamental.
Es necesarios que les niñes que vienen a este mundo sean amados, sean esperados. Que tengan soporte emocional de quienes van a criarles, que se les trate como seres humanos y no como objetos de propiedad, que tienen derechos y opiniones, que como madre/padre/cuidador(a) estamos para guiarles, pero no para imponerles
Yo no tengo idea de nada. Como no esperaba tener hijes, nunca leí nada sobre crianza ni sobre embarazos (a excepción de una vez como escritora de fanfics que tuve que sacar información de internet, pero la básica) así que voy a ir compartiendo lo que voy aprendiendo de mi propio embarazo y de algunas compañeras. Mi motivación principal es que me he dado cuenta que a pesar de que es algo natural en esta vida, sigue siendo un tema bastante tabú, y que lo que conocemos es casi sobre la marcha misma. Que por miedos, inseguridades y ansiedad yo siento que tengo que saberlo todo (y es imposible) y que todas las gestaciones son únicas y diferentes, por lo mismo, hacer tribu, complementarnos, escucharnos, leernos y complementarnos.
Este es un viaje. Un aprendizaje.